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Los cambios que vivimos desde la adolescencia nos permiten conocer mejor nuestro cuerpo. Para nosotras, parte de este conocimiento incluye la AUTOEXPLORACIÓN.
¡No! no te asustes, aunque es una palabra muy grande, la autoexploración de los senos no duele y no es difícil de hacer. Además, puede ayudarte a prevenir enfermedades, si lo haces constantemente. Lo ideal es hacerlo cada mes, de preferencia una semana después de que empiece tu periodo. Tal vez las primeras veces se te olvide, así me pasó a mi, apúntalo en el calendario hasta que te acostumbres y sea una rutina.
¿Quieres saber cómo hacerlo y volverte una experta? ¡Es muy fácil! Sigue estos pasos:
1.- Obsérvate. Párate frente a un espejo con los brazos a los lados, sin blusa ni bra y mira tus senos. ¿Son iguales? no te asustes si uno siempre ha sido un poco más grande que el otro, es normal. Fíjate que la piel de tus senos sea lisa, que no se vea lastimada o irregular y que no haya bolitas. Pon mucha atención. ¿Ya viste todos los detalles? ¿Arriba y abajo? ¡OK!. Ahora levanta la manos como si quisieras tocar el techo y vuelve a revisar que no haya algo irregular en tus senos o en las axilas. No olvides fijarte en los pezones.
2.- Tócate. Acuéstate boca arriba en tu cama o donde te sientas más cómoda y tengas privacidad. Junta los tres dedos más grandes de tu mano (no uses ni el gordo ni el meñique) y vamos a empezar. Utiliza la mano izquierda para tocar el seno derecho y la mano derecha para el seno izquierdo. Empieza presionando, con los tres dedos que te dije, desde el huesito que se siente debajo del cuello (clavícula), hasta donde termina tu seno, presiona desde arriba hacia abajo y ve moviendo los dedos lentamente en círculos pequeños, cuando llegues hasta abajo del seno sube los dedos y vuelve a empezar hasta que hayas revisado todo. Ahora presiona suavemente el pezón usando dos dedos y fíjate que no salga ningún tipo de líquido. Por último usa los mismos tres dedos que ocupaste antes para revisar bien la axila y ¡listo! ahora haz lo mismo del otro lado. Pon mucha atención a lo que estás sintiendo.
3.- Párate y repite. Ponte de pie y revisa con tus dedos ambos senos, como lo hiciste en el paso anterior. Puedes hacerlo en la regadera o mientras te pones la crema para el cuerpo. Será más fácil sentir bolitas o cosas fuera de lo normal si tus dedos resbalan fácilmente. Si decides hacerlo en la regadera, recuerda no desperdiciar el agua.
La autoexploración sirve para conocer nuestro cuerpo y saber si algo no anda bien.
IMPORTANTE: si durante tu exploración sientes una bolita, dolor o molestia en alguna zona de la mama o si ves que te sale líquido amarillo, transparente o blanco del pezón, o notas cambios en la piel es importante que vayas con un ginecólogo o una ginecóloga para que te revise. No lo dejes pasar, es por tu salud.
¿Te quedaste con dudas? Escribelas en la sección de foros o pregunta al personal médico de tu centro de salud, clínica o quien lleve tu control médico.
Si quieres saber más del tema te recomendamos estos links:
https://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/cancer-mama/autoexploracion
https://www.umm.edu.mx/blog/autoexploracion-de-mama-importancia-y-como-realizarla